Shooting Encarna was sweet and sad at the same time. This is the day-by-day of a 92-year-old woman who has no offprings and only has a 30% of vision. For sensible reasons, and also due to the need of respect and privacy, I decided not to add any caption to the pictures on the blog. Thus, I will let them speak.
Fotografiar a Encarna fue dulce y triste al mismo tiempo. Este es el día a día de una anciana de 92 años sin descendencia, que sólo conserva un 30% dela visión. Por razones sensatas, y también debido a la necesidad de respeto y privacidad, he decidido no añadir los pies de foto en el blog. Así, dejemos que las imágenes hablen por sí mismas.
